¿JUSTICIA O CÁRCEL SIN LEY?: PRESOS INOCENTES, CULPABLES LIBRES

Por Andrés Castillo
Santo Domingo—Mientras muchos caminan libres por nuestras calles sembrando el miedo, otros siguen tras las rejas pagando condenas que ya cumplieron… o peor aún, pagando por delitos que nunca cometieron. ¿Qué está pasando en nuestro sistema penitenciario? ¿Quién se hace responsable de los privados de libertad que han sido olvidados por el Estado?
Cada día se suman casos de personas detenidas injustamente, víctimas del abuso de poder y de una justicia ciega, sorda y ausente. Hay quienes ya cumplieron su tiempo tras las rejas, pero siguen privados de su libertad. ¿Acaso no existen filtros? ¿O es que no quieren funcionar por el negocio económico que representa el sistema penitenciario?
Es una vergüenza nacional. El sistema de justicia parece más enfocado en mantener cárceles llenas que en garantizar los derechos humanos. En muchos centros penales, la salud mental y física de los reclusos es ignorada, especialmente de aquellos que aún esperan un juicio justo, que no llega.
¿Dónde están los verdaderos defensores de derechos humanos? ¿Dónde están los jueces, los fiscales, los responsables?
El desequilibrio es brutal: los verdaderos criminales disfrutan su libertad mientras personas inocentes o ya redimidas siguen siendo tratadas como mercancía en un sistema que huele a corrupción y abandono. ¿Estamos en una sociedad donde la justicia castiga al débil y protege al poderoso?
Desde esta trinchera alzamos la voz. Que el Espíritu de Dios toque la conciencia de aquellos que tienen en sus manos la responsabilidad de limpiar la justicia. Que entiendan que la libertad es un derecho sagrado, no un privilegio para negociar.
Ya basta de encerrar inocentes mientras los culpables celebran en las calles.