Prudencia en esta semana mayor

Conduce con prudencia. La Semana Santa es un tiempo sagrado para muchos, un espacio para reencontrarse con la fe, la familia y la paz interior. Sin embargo, cada año se tiñe de tragedia por la imprudencia al volante, convirtiendo lo que debe ser una semana de recogimiento en días de luto y dolor para decenas de familias.
No hay excusa que justifique el exceso de velocidad, el consumo de alcohol al conducir o el uso irresponsable del celular mientras se maneja. Cada decisión que tomamos al volante puede salvar o quitar una vida. Esta semana no es para correr, competir ni mostrar imprudencia en las carreteras; es para respetar la vida y entender que somos responsables de nuestro destino y del de los demás.
Las autoridades hacen su parte con operativos y campañas, pero el cambio real comienza en cada uno de nosotros. Reflexionar también significa tomar conciencia de nuestras acciones diarias, y una de las más importantes es cómo nos comportamos al conducir. ¿Qué sentido tiene buscar paz espiritual si no respetamos la vida en su forma más concreta?
Recuerda: esta es una semana de reflexión, no de luto. La mejor forma de honrarla es llegando con vida a casa, manteniendo a salvo a los tuyos y a los demás. Conduce con el corazón tranquilo, la mente clara y el respeto como guía.